DONDE NO HAY SEGURIDAD JURÍDICA NADIE SABE LO QUE TIENE QUE HACER

Desanima el proyecto en curso para transformar las Contralorias, pues lo basaron en la discusión bizantina de lo previo y lo posterior. El Control Previo o Posterior es un sofisma de distracción de antes y después de 1991. Pero ese no es el problema del Control Fiscal colombiano.

El problema es la inseguridad jurídica tan asombrosa que reina en el Estado colombiano, ante un país de clanes que se les ha permitido reproducir y enriquecer dentro de la ilegalidad y que pasan todas las pruebas de control que nuestros organismos tienen.

El mal de control no solo está en las contralorías. Está en la administración pública en general. Por eso, muchos funcionarios trabajan ineficazmente, dedicando su tiempo a la defensiva, grabando conversaciones, filmando al escondido, escaneando y tomando copia a todo, conformando archivos paralelos en su casa, porque le tienen miedo a un eventual llamado de los organismos de control inmersos en ese mar de inseguridad jurídica que reina en ellos.

Cualquier trámite ante una entidad pública –diferente a los rutinarios de reclamar un cheque, pagar un impuesto o radicar un oficio– se torna  relativo y nadie se atreve a resolverlo. El usuario tiene que esperar mucho y pasar por diferentes puestos,  para que le definan una situación que, generalmente la resuelven diciéndole “hágase un derecho de petición y nosotros le contestamos”, porque saben que eso ya le corresponderá firmarlo a otro.

El Estado lo que necesita es reinventarse en su administración, asegurando contar con unos procedimientos administrativos modernos, serios, rígidos, precisos y una tecnología de la información a prueba de una contundente normativa y rica en sistema de autocontrol y alertas. Ambos simples, amigables y entendibles por los funcionarios públicos de tal forma que puedan dedicarse a hacer su trabajo honrada y oportunamente, con confianza, con seguridad, con soltura y sin necesidad de contralorías. Y siempre, ganándole la pelea a esta frase:

“Donde no hay seguridad jurídica, nadie sabe lo que tiene que hacer”