Daniela Arias Baquero

Bogotá, 20 oct (EFE).- La poesía visual de Luis Buñuel no pierde vigencia en su cine y sigue “contagiando de surrealismo” a una nueva generación de espectadores que reivindican el poder de los sueños, dijo en una entrevista con Efe el director de cine y escritor español Javier Espada.

Así lo aseguró el cineasta, quien presentó la semana pasada en Bogotá “Un perro andaluz”, un libro que recopila poemas, el guión de la obra maestra cinematográfica que lleva ese mismo nombre, una autobiografía de Buñuel, un DVD de la película con una composición musical realizada por el colombiano Alejandro Ramírez Rojas y un collage surrealista con ilustraciones de Álvaro Barrios.

El libro, que según Espada pretende revelar “al Buñuel poeta”, vio la luz en el Festival de Cine de Bogotá (Bogocine), que finalizará el 22 de este mes.

Para hacer realidad el proyecto se contó con el apoyo del Luis Buñuel Film Institute, que tiene sede en Los Ángeles, y la Fundación Universitaria del Área Andina, de Bogotá.

Espada es oriundo de Calanda, el mismo pueblo en que nació Buñuel y cuna de varios directores de cine, una pasión que lo ha llevado a profundizar en el mundo interior del artista.

“Él empieza escribiendo poemas vanguardistas que tienen que ver con un movimiento que hay en España en ese momento, liderado por Ramón Gómez de la Serna y posteriormente pasa al cine con esa misma imaginación, Buñuel es Buñuel siempre cuando escribe o cuándo filma”, remarca Espada.

A Buñuel la infancia lo marcó mucho y por eso imágenes como aquella citada de su libro de memorias “Mi último suspiro”, en la que un día pasando con su padre por Calanda encontró un burro muerto, horriblemente hinchado y picoteado que le servía de banquete a una docena de buitres, aparecen en sus creaciones.

Esta imagen se convierte en parte de su forma de ver el mundo para referirse a lo “putrefacto” aquello que está por fuera de la vanguardia y aparece en películas como “Un perro Andaluz”.

Temas como la religión, la muerte y el erotismo fueron lumbre para la creación de la poesía visual de Buñuel, así como su interés en la entomología.

“Muchas veces se acerca desde una mirada de entomólogo, mira a sus personajes como si fueran insectos de una especie concreta, un juego que hace para tratar la religión en sus películas”, añadió Espada.

El cineasta explicó que Buñuel formó parte del movimiento la Generación del 27, un conjunto de escritores del siglo XX que quieren cambiar el mundo y que junto con Lorca emprenden la utopía de crear un desarrollo cultural en España.

“El arte nunca se había usado para cambiar cosas, era una representación, una estética, en cambio los surrealistas quieren sacar el mundo interior, recuperar los sueños, la locura, defender a los locos por ejemplo”, manifestó Espada.

La tríada Dalí, Lorca y Buñuel “son amigos que comparten ese momento mágico de la creación, hay una influencia clarísima del cine en Lorca quien termina haciendo el guión de la película ‘Viaje a la Luna'”, detalla Espada.

Luego, Buñuel también inspiró a Dalí como en los primeros planos de sus pinturas y fue conocido como “el director de la conciencia” por sus amigos ya que para él “el surrealismo más que una estética era una ética” para cuestionar al espectador y hacer que se “asomara a su interior”.

Según Espada, a pesar de que el surrealismo como movimiento revolucionario no tuvo mucho éxito, logró que “todo el mundo asumiera un punto de locura que nos permite crear y hacer cosas”, además de aclamar el deseo y los sueños como parte esencial de la vida. EFE

dab/ocm/jpd