Aforismos

ALBERT SCHWEITZER. 14 de enero de 1875- Kaysersberg, Francia. 4 de septiembre de 1965, Lambaréné, Gabón.

 

Ludwig Philipp Albert Schweitzer OM fue un médico, filósofo, teólogo y músico franco-alemán, con ciudadanía inicialmente alemana y después francesa; misionero médico en África y Premio Nobel de la Paz en 1952.

El conocimiento de lo que somos todos seres humanos, se pierde en la política y en las guerras.

Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas.

El hombre debe poner fin a atribuir sus problemas al entorno, y aprender de nuevo a ejercer su voluntad, su responsabilidad personal en el ámbito de la fe y la moral.

Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas.

Todo lo profundo es también sencillo y se puede reproducir simplemente, siempre y cuando su referencia a toda la verdad se mantenga. Lo que importa no es que sea ingenioso sino que sea cierto.

La ética no es otra cosa que la reverencia por la vida.

No hay mayor religión que la ayuda humanitaria. Trabajar por el bien común es el mayor credo.

El dolor es para la humanidad un tirano más terrible que la misma muerte.

Vivimos en una época peligrosa. El ser humano ha aprendido a dominar la naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo.

La única cosa importante en la vida son las huellas de amor que dejamos atrás, cuando tenemos que dejar las cosas sin preguntar y decir adiós.

El miedo reina sobre la vida.

Siempre he celebrado con firmeza la idea de que cada uno de nosotros puede hacer algo para disminuir la miseria.

El ejemplo es liderazgo.

La bondad puede hacer mucho. Como el sol que derrite el hielo, la bondad evapora los malos entendidos, la desconfianza y la hostilidad.

Mientras el círculo de su compasión no abarque a todos los seres vivos, el hombre no hallará la paz por sí mismo.