Brasilia, 7 jun (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de 65 años y uno de los más escépticos del mundo sobre la gravedad del coronavirus, informó este martes de que ha dado positivo de COVID-19 y ha comenzado a ser tratado con cloroquina.

“Comenzó el domingo con una breve indisposición”, dijo el propio mandatario a periodistas en su residencia oficial, quien aseguró que ahora se siente “perfectamente bien”, al punto de que informó sobre el resultado del examen conversando con los reporteros a menos de dos metros de distancia, aunque con la máscara preceptiva.

Durante los últimos meses, Bolsonaro ha desafiado casi a diario al virus, al que llegó a calificar de “gripecita”, circulando por las calles en plena cuarentena, al asistir a actos públicos sin la máscara preceptiva, abrazando y besando a partidarios sin cuidado alguno y con un desdeño constante frente a la enfermedad.

“Confieso que creí haberlo contraído hace unos meses atrás”, pero “no esperaba que esto hubiera ocurrido conmigo”, explicó Bolsonaro, quien ha cancelado su agenda para los próximos días y permanecerá en cuarentena en su casa, aunque aclaró que no sabe “estar parado”, por lo que seguirá despachando mediante videoconferencias.

Este último fin de semana, visitó el estado de Santa Catarina y al regresar a Brasilia visitó al embajador de Estados Unidos, Todd Chapman, para celebrar el Día de la Independencia de ese país junto al canciller brasileño, Ernesto Araújo, y otras personas.

Todos posaron abrazados para fotos, sin máscaras, y se mostraron alrededor de una mesa sin protección alguna, lo que ha llevado al diplomático a someterse también a un test de coronavirus, según han confirmado a Efe fuentes de la embajada estadounidense.

A diferencia de Bolsonaro, Chapman no ha presentado síntomas de enfermedad alguna, pero pasará preventivamente por exámenes.

Asimismo, se han sometido a pruebas todos los ministros que han estado con el mandatario en los últimos días y su familia, que ya desde la semana pasada se preocupa con la salud de una abuela de la esposa de Bolsonaro, de 80 años e internada con COVID-19.

Portavoces de la Presidencia confirmaron a Efe que Bolsonaro ha tomado desde este lunes dos dosis de cloroquina, un antipalúdico que, en su opinión, es completamente eficaz para el tratamiento del coronavirus, pese a que la ciencia no lo ha comprobado y alienta muy serias dudas.

Este martes, el líder de la ultraderecha brasileña se acercó a un grupo de partidarios en la puerta de su residencia oficial y reveló que tenía síntomas de gripe, pero que había decidido someterse a un test para descartar que fuera COVID-19.

“Vine del hospital ahora, me hice una radiografía del pulmón y está limpio. Voy a hacer un examen del COVID-19 dentro de poco, pero está todo bien”, declaró Bolsonaro, quien según fuentes consultadas por Efe había sentido dolores musculares y llegado a tener hasta 38 grados de fiebre.

Según explicó este martes, al anunciar el positivo del examen, insistió en que, si bien es necesario “preocuparse con el virus”, también es necesario “cuidar de la economía” y retomar cuanto antes “sea posible” las actividades productivas, porque “el desempleo mata también”.

IMÁGENES TV BRASIL

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DE BRASIL, JAIR BOLSONARO:

“Comenzó el domingo con cierta indisposición y empeoró el lunes con malestar, cansancio, un poco de malestar y fiebre, que alcanzaron los 38 grados. Así que resolví, con estos síntomas y el médico presidencial señalando la contaminación por Covid-19, fui a hacer una tomografía computarizada en el hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia. Los pulmones estaban limpios, no había nada opaco, pero dados los síntomas, el equipo médico decidió aplicar hidroxicicloquina, ayer tomé la primera cita a las 5 pm y azitromicina también”.

“Confieso que, a medida que me despierto mucho durante la noche, después de la medianoche, ya siento una mejora. A las 5 de la mañana tomé la segunda dosis. Estoy perfectamente bien, obviamente estoy tomando las medidas protocolares para evitar la contaminación a terceros, esto depende de todos y cada uno de los ciudadanos brasileños, independientemente de ser un ciudadano común o el Presidente de la República”.

“La atención más importante es con los seres queridos, las personas mayores con problemas de salud, deben ser cuidados muy especiales. Con otros que cuidas, está bien, pero no tienes que entrar en pánico. La vida continúa, todos están preocupados en gran medida por el final de su actividad laboral, en Brasil tenemos que volver a trabajar, de lo contrario la economía nos pondrá en una situación muy compleja. Como dije en el pasado, no puedes combatir el virus donde el efecto secundario de esa lucha es mucho peor que el virus en sí”.

“Aléjate, quiero mostrar mi cara. Estoy muy tranquilo, gracias a Dios, todo en paz. Gracias a todos los que oraron por mí, me animaron, gracias a Dios. Quienes criticaron no tienen ningún problema, pueden continuar criticando a voluntad, después de todo preservamos la libertad de expresión, lo entendemos como uno de los pilares de nuestra democracia. Entonces, tengamos cuidado, especialmente con los ancianos que tienen comorbilidad, los más jóvenes, tengan cuidado, pero si el virus lo afecta, la posibilidad de algo más grave es cercana a cero. Gracias, tenga la seguridad, hasta dentro de una semana, si Dios quiere”.