“A pesar de la pandemia y las restricciones oficiales que se han impuesto, acciones violentas siguen impactando territorios y comunidades. Como sabemos, el tema de seguridad ya era el tema más delicado en la implementación del acuerdo, aún antes de la pandemia”, dijo Ruiz Massieu durante el foro “La paz en emergencia”.En opinión del también jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, es clave garantizar ante esta situación que durante la pandemia siga funcionando la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad.

“Por ello, el secretario general de la ONU (António Guterres) hizo un llamado a un cese al fuego global para que los esfuerzos se dediquen a la prevención y atención de la pandemia de COVID-19, y esto también nos ayudará en la protección y seguridad y por ende en la implementación de los acuerdos”, añadió.

El Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC firmaron en noviembre de 2016 en Bogotá un acuerdo de paz para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.

AMENAZAS CONTRA LÍDERES EN BOGOTÁ

Ruiz Massieu advirtió que las dificultades en la implementación del acuerdo de paz “en temas de seguridad” también han afectado a Bogotá donde ha habido “continuas amenazas contra líderes sociales y excombatientes”, así como “conflictos sociales derivados de la atención humanitaria para atender las necesidades derivadas del confinamiento”.

“Sabemos, por ejemplo, que en la localidad (barriada) de Kennedy un grupo de mujeres excombatientes siguen siendo amenazadas, a lo que se le suman otras violencias que surgen en el marco del confinamiento”, dijo el representante de la ONU, que pidió medidas para proteger a las mujeres durante la cuarentena, que empezó el 25 de marzo pasado y fue prolongada hasta el 25 de mayo.

Ruiz manifestó que otro de los desafíos que ha provocado la pandemia en la implementación del acuerdo de paz es que se “pueden generar algunos retrocesos en los logros alcanzados hasta ahora en el camino de la consolidación de la paz”.

Como ejemplo de ello mencionó “la suspensión o postergación de acciones directas, visitas de seguimiento o de asistencia técnica” que “limita la participación de la institucionalidad en el territorio”.

“Creo que debemos continuar recordando y protegiendo, en colectivo, los avances en la implementación del acuerdo de paz y retomarlos para profundizarlos cuando se haya superado la pandemia”, sostuvo.

EJEMPLO DE ADAPTACIÓN

El jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia manifestó que no todo es negativo y que ante las dificultades provocadas por el COVID-19, ha habido “flexibilidad, solidaridad y empeño de diferentes sectores en Colombia”.

“Creo que un ejemplo que vale la pena mencionar es la reorientación de varios proyectos de reincorporación de FARC de carácter textil hacia la confección de tapabocas. Creo que esto muestra readaptación, voluntad y, sobre todo, solidaridad en estos tiempos”, aseguró.

También valoró que “la Comisión de Seguimiento, Implementación y Verificación (CSIVI), el Consejo Nacional de Reincorporación, los PDET, el Consejo Nacional de Paz, entre otros espacios, han sesionado en las últimas semanas” de forma virtual.

“Tenemos muchas afectaciones por la pandemia y las seguiremos teniendo, pero la paz en Colombia no puede, de ninguna manera, ser una víctima más de esta pandemia y con ello tenemos la obligación colectiva para evitarlo”, concluyó. EFE

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