Jaime Ortega Carrascal

Bogotá, 5 ago (EFE).- Una ambiciosa reforma tributaria para financiar el gasto social y mantener la economía en crecimiento son algunos de los desafíos que tendrá Gustavo Petro como presidente para responder a las enormes expectativas que generó su elección entre los más pobres.

Petro asumirá el 7 de agosto con la promesa de hacer las transformaciones políticas, económicas y sociales que requiere el país, para lo cual tendrá que lidiar no solo con los habituales problemas de un presupuesto limitado sino también con una coyuntura internacional delicada por el riesgo de una recesión mundial.

“Indudablemente el problema mayor es el tema presupuestal que es grave, que amerita que el público lo conozca y que sepamos corregirlo”, dijo la semana pasada Petro, cuyo equipo de transición ha denunciado que el Gobierno saliente, del presidente Iván Duque, no ha escatimado en gastos en la recta final.

Como ministro de Hacienda, Petro designó al prestigioso economista José Antonio Ocampo, hombre con experiencia en asuntos de Estado -ya ocupó esa cartera entre 1996 y 1997- y en organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), quien tendrá que hacer los ajustes necesarios en la economía.

LUCHA CONTRA LA POBREZA, UNA PRIORIDAD

Según un informe de junio pasado de la Cepal, los efectos de la guerra en Ucrania, especialmente el aumento de los precios de la energía y los alimentos, elevarán la pobreza en América Latina y Colombia no será la excepción pues este indicador pasará del 33,6 % de 2021 al 38 % en 2022, llegando incluso al 39,2 % dependiendo de cómo se comporte la inflación.

“La pobreza aumentó en 2019, antes del covid, y bajó muy poco en 2021. Todavía tenemos unos niveles de pobreza superiores a los que teníamos a comienzos de la Administración actual”, dijo Ocampo en una reciente conferencia.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), 19,6 millones de personas estaban en condición de pobreza monetaria en el país el año pasado lo que, según Ocampo, muestra que hubo “casi cuatro millones de pobres más en 2021 que los que teníamos antes de la crisis”.

“El tema de la pobreza y los temas de hambre que se han identificado en algunas partes tienen que ser un tema prioritario del próximo Gobierno”, aseguró el ministro designado.

AMBICIOSA REFORMA TRIBUTARIA

Ocampo tendrá entre sus tareas la presentación de una ambiciosa reforma tributaria con la que Petro pretende aumentar los recursos de la nación, que para 2023 tendrá un presupuesto de 391,4 billones de pesos (unos 91.190 millones de dólares de hoy), según el proyecto presentado hace una semana.

Con esa reforma, que pondrá énfasis en las personas naturales de mayores ingresos y en los evasores, se busca recaudar cerca de 50 billones de pesos anuales (unos 11.500 millones de dólares de hoy).

Al respecto, el economista principal del BBVA Research, Alejandro Reyes, considera que “la reforma tiene espacio político para pasar” en el Congreso, donde Petro ha logrado construir unas mayorías, pero cree que “no será fácil” hacerla del tamaño que se quiere porque “eso frenaría fuertemente al sector privado y haría que se tenga una desaceleración más marcada en la economía”.

“En la historia de Colombia, la reforma más grande no superó el 1,5 del PIB efectivo de recaudo, y aquí estaríamos hablando de casi cinco puntos del PIB”, manifestó Reyes a Efe, y añadió que “hay que tener un poco de cuidado en ese sentido” y hacer “una reforma que sea gradual y que obviamente mejore un poco la posición fiscal del país”.

INFLACIÓN Y DESEMPLEO

Más allá de aumentar el recaudo, el Gobierno tiene otros retos de corto plazo en el campo económico, como el de la disparada de la inflación, un fenómeno mundial, que en el caso de Colombia, en la medición interanual hasta junio estaba en el 9,67 %, o la alta tasa de desempleo a consecuencia del parón causado por la crisis de la pandemia.

“En materia social el efecto peor de la crisis inicialmente fue el colapso del empleo, se perdieron seis millones de puestos de trabajo”, dijo Ocampo, quien señaló que la recuperación ha sido “gradual pero positiva y se puede decir que hoy tenemos más o menos el mismo nivel de empleo previo a la crisis”.

Según el DANE, el desempleo en junio fue del 11,3 %, casi la mitad del 20 % que se alcanzó en lo peor de la crisis, pero un factor por resolver es el elevado número de personas que todavía no regresa al mercado laboral, según Reyes.

“El número de personas inactivas en Colombia está todavía dos millones por encima de lo que teníamos antes de la pandemia, que es una cifra monstruosa; ese va a ser un gran reto del nuevo Gobierno”, añadió el analista del BBVA Research.

CRECIMIENTO Y DÉFICIT

Otro desafío en este campo será mantener el crecimiento económico, que en 2021 fue del 10,6 %, a partir de una base baja de comparación, que fue la del 2020, peor año de la pandemia, y que, todo indica, sufrirá una desaceleración en el segundo semestre de este año.

“Estamos previendo una economía que crezca el 6,8 % este año y el 2 % el año próximo”, dijo recientemente la economista jefe de BBVA Research para Colombia, Juana Téllez, al presentar las proyecciones económicas.

Reyes añade que otros desafíos que tendrá Petro serán “más estructurales”, como son “el alto déficit de cuenta corriente (5,7 % del PIB en 2021) emparejado con un alto déficit fiscal (7,1 %, según cifras preliminares de 2021), una combinación de desbalances que nos pone en una situación vulnerable ante los movimientos globales y que limita nuestra capacidad de crecimiento”. EFE

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