Senador colombiano reconoce que ordenó matar a disidente de las FARC en 1995

Bogotá, 6 abr (EFE).- El senador colombiano Julián Gallo, conocido como “Carlos Antonio Lozada” cuando era guerrillero de las FARC, aseguró este martes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que fue él quien dio la orden para ejecutar en 1995 al disidente Hernando Pizarro Leongómez, uno de los participantes en la masacre de Tacueyó.

“Yo le di la orden al grupo que ejecutó esa misión”, reconoció el exjefe de la antigua guerrilla ante la diligencia de aporte a la verdad que tuvo lugar hoy por la implicación de los altos mandos de las FARC en el homicidio de varios políticos y guerrilleros, entre ellos el excandidato presidencial colombiano Álvaro Gómez Hurtado.

Hernando Pizarro, que fue hermano de Carlos Pizarro, candidato presidencial por la desmovilizada guerrilla del M-19 y que también fue asesinado, participó presuntamente, como miembro de la disidencia Comando Ricardo Franco en la masacre de Tacueyó, donde fueron asesinadas a finales de 1985 y principios de 1986 cerca de 170 personas, a quienes la disidencia consideraba informantes o traidores.

“Llegó la información de la presencia de Hernando Pizarro en una casa, esa información no se podía verificar (…) porque era una persona que estaba en la clandestinidad, lo estaba buscando el Estado”, relató Gallo, quien informó que se hicieron pasar por agentes de la Fiscalía para conseguir entrar a la vivienda para verificar la presencia de Pizarro.

“La idea era llevarlo para ajusticiarlo fuera de la casa, no llevarlo a ningún sitio”, alegó.

Por el asesinato del disidente se había condenado al exfuncionario de la Fiscalía Gustavo Sastoque a 40 años de prisión, de la que salió a los 10 años tras comprobar que era inocente.

Gallo, quien actualmente es senador por el partido Comunes (anteriormente conocido por las mismas siglas de las FARC), compareció hoy ante esta justicia transicional surgida del acuerdo de paz, después de que los jefes de la antigua guerrilla de las FARC se atribuyeran el pasado octubre el asesinato de Goméz Hurtado y otras personas.

El asesinato de Gómez Hurtado, de 76 años de edad, candidato presidencial en tres oportunidades, las dos primeras (1974 y 1986) por el Partido Conservador, y la última en 1990 por el Movimiento de Salvación Nacional, fue declarado como crimen de lesa humanidad en 2017 lo que evita la posibilidad de que prescriba la investigación.

En el reconocimiento público los jefes de la FARC aceptaron además “que fue un error haber asesinado a un político de la talla de Álvaro Gómez Hurtado”.

SIN RESPONSABILIDADES ANTE OTROS ASESINATOS

Gallo comenzó la jornada hablando sobre otro asesinato, el del ex consejero presidencial para la paz Jesús Antonio Bejarano, del que dijo que lo que él “entendía” es que la decisión de ejecutarle fue tomada por “el estado mayor del bloque (José Luis Lozada) que operaba en esa región”, pero aludió a que no conoce los detalles.

“Es un hecho responsabilidad de las FARC que fue realizado por la Joselu Lozada”, incidió el senador, quien sí aseguró que la guerrilla tenía “una valoración negativa del papel que había jugado Jesús Antonio Bejarano en ese proceso (de paz), entre otras cosas para permitir que se llegara a ese proceso de la Constituyente”.

Tampoco reconoció la autoría personal de otro de los asesinatos que la plana mayor de las FARC reivindicó en octubre, la del general Fernando Landazábal en 1998, sino que fue una decisión conjunta tomada por “la dirección”, ratificada por el entonces jefe máximo Víctor Julio Suárez, alias Jorge Briceño o Mono Jojoy, quien falleció en 2010.

“Siempre fue tenido en las FARC como uno de los generales más comprometidos en la guerra de contra insurgencias en su papel de comandante del Ejército pero también como inspirador de la guerra sucia”, subrayó sobre el general, quien “estaba identificado como un objetivo claro”. EFE

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