Bogotá, 7 dic (EFE).- La Cámara de Representantes de Colombia aprobó este lunes en primer debate una ley para prohibir las corridas de toros en el país, iniciativa que también le da seis meses al Gobierno para la reconversión económica de quienes se dedican a esta actividad.

“Ha sido aprobado el proyecto que busca la eliminación de las prácticas taurinas en el territorio nacional”, informó en redes sociales la Comisión Primera de la Cámara de Representantes en donde se discutió la iniciativa presentada por Juan Carlos Losada, del Partido Liberal.

“Aquí no nos estamos metiendo con el sacrificio de los demás animales para el consumo humano, aquí estamos hablando solamente de un animal al cual van a torturar durante una hora entera para satisfacción de unos cuantos que todavía ven algo de placer”, dijo Losada en una declaración.

Según el congresista, el 80 % o el 90 % de los colombianos ven una tortura inaceptable a un ser sintiente, mientras unos pocos ven placer.

Añadió que “toda forma de vida es sagrada y que no es justificable que por el divertimento se tenga que torturar a un animal de esta manera”.

Recalcó que la iniciativa busca que en Colombia el respeto hacia los animales se “vuelva una cultura, una verdadera cultura y que empecemos a cultivar el arte de la no violencia”.

Si el proyecto, que fue aprobado en el primero de cuatro debates, logra convertirse en realidad derogaría la Ley 916 de 2004, que reglamenta la actividad taurina en Colombia.

EL CONTENIDO

El proyecto también busca prohibir en el país las becerradas, las novilladas y las tientas, así como también indica que el Gobierno debe acompañar en los seis meses siguientes a la promulgación de la ley la reconversión de la actividad económica de quienes se dedican a esta actividad.

Varias veces grupos de políticos colombianos han intentado que el Congreso apruebe una ley para prohibir los festejos taurinos pero ninguno ha progresado por diferentes razones.

En junio pasado el Concejo de Bogotá aprobó un proyecto para desincentivar las corridas de toros en la capital colombiana, medida que no elimina la temporada pero restringe el uso de recursos públicos para su desarrollo y prohíbe la muerte de los astados en la plaza.

La iniciativa también eliminó el uso de elementos como la espada, la pica y las banderillas, y redujo a la mitad las fechas de la temporada anual que tiene lugar entre febrero y marzo.

Los festejos taurinos se han convertido en un asunto polémico en Colombia porque sus defensores la definen como una tradición cultural e histórica, mientras los animalistas sostienen que es una práctica en la que el animal es torturado.

La Corte Constitucional de Colombia, al pronunciarse sobre la continuidad de las corridas de toros en Bogotá, vetadas en 2012 por el entonces alcalde Gustavo Petro, emitió en 2017 un fallo en el que estableció que se debían respetar en los municipios donde esa práctica tuviera un arraigo cultural.

Las plazas de Bogotá, Cali y Manizales son de las pocas que se mantienen en actividad en Colombia. EFE

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