Jaime Ortega Carrascal

Bogotá, 29 ago (EFE).- Generaciones enteras de colombianos han vivido sometidas por el miedo a los violentos pero no pueden dejar que ese temor las silencie, afirma la cantante y activista Adriana Lucía, una de las impulsoras de la movilización virtual de este domingo en la que artistas e intelectuales alzarán su voz contra las masacres en el país.

“Yo creo que en Colombia venimos de unas generaciones muy llenas de miedo, otros venimos de poblaciones en donde hablar es terrorífico”, dice en una entrevista con Efe la artista, uno de los rostros visibles de las protestas sociales que sacudieron al país en el último trimestre del año pasado.

Por su apoyo a esas manifestaciones Adriana Lucía se convirtió en un símbolo para los jóvenes pero también fue objeto de un intenso matoneo en las redes sociales que dice haber superado.

“Ya tengo un callo, una costra”, dice, y aunque sí le preocupan las amenazas recibidas, no le bajan el ímpetu con el que apoya las causas sociales.

“Creo que la gente joven ya se ha quitado un poco de ese miedo y creo que esto que sucede (las masacres) hace que la gente retome sus miedos, pero no podemos permitir que el miedo nos silencie”, asegura.

MOVILIZACIÓN POR LA VIDA

Por eso este domingo hará parte del cartel de 108 personalidades, entre artistas, intelectuales y periodistas que intervendrán a lo largo de siete horas en la movilización virtual “Hasta que amemos la vida”, promovida por el colectivo Un canto por Colombia, para rechazar las masacres.

En las últimas tres semanas han sido perpetradas en el país 9 matanzas que dejan 43 muertos, muchos de ellos jóvenes, en los departamentos de Nariño, Valle del Cauca, Arauca, Antioquia, Cauca y Norte de Santander.

“Creemos que es la manera de enterar al mundo, de llevar al mundo este grito, esta voz para contarle que en Colombia están matando gente todos los días”, afirmó.

En esa iniciativa estarán también actores como el español Javier Cámara y los colombianos Andrés Parra y Natalia Reyes, así como cantantes y agrupaciones entre los que figuran Carlos Vives, Residente Alex Ubago, Monsieur Periné, Macaco, Rosana y Goyo, líder de ChocQuibTown.

Igualmente participarán escritores como Ricardo Silva Romero, Amalia Andrade y Carolina Sanín, además de líderes sociales, entre ellos Francia Márquez, ganadora en 2018 del Premio Ambiental Goldman por su lucha contra la minería ilegal, y Leyner Palacios, que obtuvo en 2017 el Premio Pluralismo Global por reivindicar los derechos de las víctimas del conflicto.

“Nosotros simplemente somos una extensión del sentimiento generalizado que encontramos y nos damos cuenta de que si esta voz nos la ha dado la música o el arte en general queremos usarlo de la forma más responsable y es amplificando las voces que para nuestro concepto deben ser escuchadas”, añadió.

LA JUVENTUD LIDERA EL CAMBIO

Adriana Lucía, renovadora de la tradición del porro, música típica de las sabanas de Córdoba, Sucre y Bolívar, en la costa Atlántica colombiana y con arraigo también en Venezuela, considera que aunque hay personas mayores que “se han quitado los velos”, es la gente joven la que tiene “la posibilidad de hablar, de gestar una nueva historia para Colombia”.

“El problema de Colombia es que no tenemos amor por la vida y que nos seguimos matando”, dice sobre las masacres, que considera parte de “un problema estructural” del país, agravado por la indiferencia de la sociedad y del Gobierno.

Eso se manifiesta en la facilidad no solo con la que se mata sino con la que se atribuyen al narcotráfico crímenes de esa naturaleza, opina.

“No es un secreto que Colombia es un país en donde el narcotráfico trae mucha sangre, pero también es cierto que somos una población violenta”, dice sobre la investigación que señala que los cinco adolescentes asesinados el 11 de agosto en una plantación de caña de azúcar en Cali fueron masacrados por vigilantes del lugar por el simple hecho de meterse a la propiedad a comer unas cañas.

Adriana Lucía considera eso “un despropósito” que “no puede ser normal”, como tampoco lo es sugerir que el asesinato de ocho jóvenes en Samaniego, en el departamento de Nariño, pudo ser “un ajuste de cuentas de narcotraficantes porque eso es revictimizar a las víctimas”.

La artista aclara que por todas esas circunstancias lo del domingo será “una protesta virtual”, porque “no estamos de fiesta” y porque en plena pandemia de coronavirus no se puede salir a la calle a “hablar de defensa de la vida exponiendo la vida de la gente”.

“Para nosotros es muy frustrante no poder hacerlo (salir a las calles), eso lo pensamos todo el tiempo”, dice y asegura: “estaremos en las calles apenas se pueda”. EFE

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