Por: Jairo Hernán Ramírez G.

Con este proyecto se piden al Concejo de la ciudad facultades extraordinarias para modificar los estatutos y el objeto social de EPM, sin haber agotado previamente los análisis y discusiones pertinentes y peor en un momento que no es el más indicado frente a otras urgencias y necesidades que se afronta en la ciudad por LA COVID-19; también en EPM con la continuación del proyecto Hidroituango y los compromisos asumidos frente a Caribe Mar.

 Se recibe con beneplácito la decisión del alcalde de retirarlo, así sea temporalmente. No obstante, con este trámite han quedado al descubierto varias evidencias:

  • La rigurosidad y conocimiento jurídico, con sus debates y discusión al interior de la Secretaría General de EPM ya son cosa del pasado. Nadie entiende como dejaron avanzar hasta la radicación este proyecto, sin hacer antes un análisis juicioso de la normatividad y legislación de los servicios públicos domiciliarios y de la regulación societaria.
  • La cúpula directiva y los asesores de EPM, pasaron en blanco y no advirtieron ni le cubrieron la espalda al gerente frente al exabrupto que se estaba tramitando.
  • De los exgerentes que se pronunciaron en medios de comunicación, solo los doctores Federico Restrepo Posada, Jorge Londoño de la Cuesta y Mauricio Restrepo Gutiérrez, reflejaron en su apreciación el conocimiento del proyecto de acuerdo y también asumieron posiciones concretas sobre el mismo.
  • Otros personajes, no vinculados, pero cercanos a la nómina de EPM, con la trayectoria que los ha caracterizado de servirle a Dios y al diablo, me disculpan los no creyentes por la ortografía, asumieron posiciones muy débiles, no se manifestaron o dejaron sus aportes y pronunciamientos para el momento de la discusión en el Concejo.
  • Se valora el pronunciamiento del doctor Luis Guillermo Vélez Álvarez, con su escrito “EPM – Multipropósito: una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparable.”, colmó rápidamente los espacios de todas las redes sociales.
  • También se valoran los aportes de la comunidad y de exfuncionarios de EPM en diferentes medios, que advirtieron al alcalde, con su astucia, una caída de su popularidad e imagen si continuaba con dicho proyecto.

Se invita a la comunidad y todos sus agentes, marginados de cualquier interés político, empresarial o institucional, para construir un frente común y veeduría permanente frente al devenir de EPM. Solo así podremos evitar, repitiendo una frase de actualidad que advierte: “EPM se nos escurre entre las manos, cómo se esfumó UNE.”

Jairo Hernán Ramírez G.