Jeimmy Paola Sierra

Medellín (Colombia), 31 jul (EFE).- Los meses que Daladier Giraldo pasó en cuarentena por la COVID-19 le sirvieron para fabricar un kit solar portátil, un desarrollo que alimenta su idea de llevar energía a poblaciones apartadas de Colombia y de paso convertirse en un agente de cambio para un planeta sostenible.

“Tengo una visión interesante: llegar con este producto a esas poblaciones del país que aún no tienen energía eléctrica”, expresó a Efe Giraldo.

Explicó que este kit desarrollado por su empresa de ingeniería eléctrica S&SEN, fundada hace ocho años en el departamento de Antioquia (noroeste), está equipado con paneles solares, batería, inversor, una toma y una caja especial.

Según la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), en el país unas 470.000 viviendas no tienen acceso al servicio de electricidad.

“El fin de nosotros es llegar a distribuir muchos de estos kits portátiles para ayudarle a la sociedad con buen precio y una buena solución”, señaló el emprendedor, que en los últimos años se interesó en la eficiencia energética y la energía solar.

De acuerdo con sus cálculos, un hogar colombiano en promedio puede ahorrarse al mes entre 30.000 y 45.000 pesos (entre 8 y 12 dólares) con este equipo que llega al comprador ensamblado y listo para poner en funcionamiento.

Giraldo indicó que los kits portátiles de 1.500 y 3.000 vatios, además de llevar energía y representar un ahorro, también invitan a los usuarios a hacer un “uso eficiente” de los recursos, pues podrán conectar los electrodomésticos de más consumo como la nevera y lavadora o cargar celulares y otros dispositivos.

PARTE DEL CAMBIO

El concepto de portabilidad en este tipo de equipo surgió también como una forma de “evitar el desplazamiento” por el tema de la pandemia de la COVID-19, contó su creador.

Pero la iniciativa se soportó en el propósito de llevar energía limpia a los hogares para aportar en la sostenibilidad del medio ambiente a “bajo costo”, al vender los kits con paneles solares a partir de 3.960.000 pesos (poco más de 1.000 dólares).

Giraldo manifestó que varios de estos equipos ya están funcionando en viviendas de municipios como El Retiro, Llanogrande y La Ceja, en Antioquia, que tenían un consumo considerable de energía eléctrica, lo mismo que en edificios de instituciones educativas.

“Hay mucha satisfacción porque estamos siendo parte del cambio. Esto se convirtió en una misión de vida. Podemos llegar a trascender unas fronteras importantes por la sostenibilidad del medio ambiente, instalando y asesorando en energía limpia a la sociedad”, afirmó el empresario.

LA PANDEMIA LO SENSIBILIZÓ

Para el gerente de S&SEN, haberle visto a la crisis su lado positivo permitió que la pandemia fuera una “oportunidad” pese al cierre temporal de la empresa por la emergencia por el avance del virus.

“Creo que la COVID-19 ha hecho que la gente tenga una mayor conciencia y piense más en el medio ambiente. Y eso, sin querer, nos favorece y facilita que nuestros proyectos con energía solar lleguen a más clientes”, comentó el emprendedor.

Asimismo, aseguró que las personas “han entendido que deben ir migrando a estas energías limpias precisamente por la situación que estamos viviendo con el virus”.

Para Giraldo, el apoyo de la Corporación Interactuar, en la que cursó el programa Método Base de Aceleración (MBA), le ayudó a sobrellevar con “positivismo” las dificultades por la pandemia.

“Eso nos definió de forma muy clara el norte de la empresa y nos hizo afrontar con fortaleza esta contingencia”, afirmó y agregó que este ciclo atípico ha servido para que “la gente conozca que en el Oriente Antioqueño tenemos este desarrollo que puede llegar a esas regiones que no han disfrutado de energía”. EFE

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