Por Iván de J. Guzmán López

La columnista de opinión y analista política de la Revista Semana y Diario Las Américas, Sofy Casas, en su artículo de opinión, titulado: Petro, las periodistas no somos “muñecas de la mafia”, fechado 5 de septiembre de 2024, increpa a Petro, luego que este, en una alocución presidencial que es vergüenza para la nación, por tratarse de un mensaje  de un presidente en ejercicio dirigido a 51.609.000 de ciudadanos, que, según el Dane conformamos la población de Colombia, tratara a nuestras periodistas de ser “muñecas de la mafia”.

Dice Sofy, en su muy leída columna: “Es una estigmatización hacia las periodistas y una violación a nuestros derechos humanos. Estamos ante un demente que está a cargo de un país y que odia a las mujeres periodistas que tanto hemos luchado para ganarnos un lugar en la búsqueda de la verdad en nuestro país. Su desprecio hacia nosotras no es de ahora, pero se intensificó desde que la Revista SEMANA a cargo de Vicky Dávila destapó todos los escándalos de corrupción de su nefasto gobierno y, sobre todo, cuando salieron a la luz las pruebas (el pasado mayo) que demuestran que su campaña presidencial sí violó los topes, dado que, el Consejo Nacional Electoral concluye en su investigación que la campaña Petro los violó en $ 5,300 millones de pesos. Esto hoy lo tiene tambaleando y sobre la cuerda floja, haciendo todo lo posible por taparlo con cortinas de humo, inventándose un supuesto golpe ¡que le quieren hacer para tumbarlo!”.

Y advierte, nuestra compañera periodista, desde Miami, que las reformas propuestas y la radicalización –entendida esta como “el proceso mediante el cual el poder ejecutivo adopta posiciones extremas en su ideología, políticas y métodos de gobernanza”–, hace pensar a la oposición y a un amplio sector de la población en la posibilidad de que se esté tratando de allanar el camino para instaurar un tipo de gobierno similar a los de Cuba, Venezuela o Nicaragua.

La intervención cantinflesca (el término remite a un asunto o tema, de escasa o nula coherencia, según definición de la RAE.) no pudo ser más desafortunada, por  ser el espacio (¡Nacional televisado!), en la cual anunció que su hija se iba del país, al tiempo que posesionaba a la señora Iris Marín Ortiz, como defensora del pueblo. Ante tamaña agresión, llena de odio, resentimiento y carga violenta contra las mujeres periodistas y la prensa en general, la propia recién posesionada defensora del pueblo, rechazó las afirmaciones diciendo que “no hay espacio para estigmatizaciones o agravios frente a las periodistas. Nada lo justifica”. Pero el presidente, lejos de disculparse, reiteró en su cuenta de X, que: “cuando hablo de periodistas del establecimiento, me refiero a quienes no están al servicio de la ciudadanía, sino a quienes trabajan para poderes oscuros”.  

Se le olvidó a Petro que su peón en Medellín, Daniel Quintero, con sus poderes oscuros, tuvo, a su servicio, a decenas de periodistas en entidades cuestionadas y señaladas abiertamente por el hoy alcalde Federico Gutiérrez por supuestos actos de corrupción, como TeleMedellín, El Área Metropolitana, y EPM, entre otras dependencias. Adicional, el exalcalde de Cali, Mauricio Ospina,  nunca se manifestó en defensa de las muchas periodistas sujetas a su cuestionada administración, igual o más controvertida que la de Medellín, con indicadores vergonzosos y el detrimento manifiesto de la ciudad. Imagino que Hollman Morris, palafrenero de Petro, con maltratos comprobados a las periodistas de RCTV, aplaudió a rabiar las diatribas vulgares pronunciadas por el Presidente desde Nuquí, en el olvidado departamento del Chocó.

Los reconocidos gremios de la prensa colombiana, empezando por los antioqueños, valga decir, el Círculo de Periodistas y Comunicadores Sociales de Antioquia, CIPA; el Círculo de Periodistas de Envigado, CIPE, y la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, desde Bogotá, rechazaron que el presidente colombiano, Gustavo Petro, llamase “muñecas de la mafia” a las mujeres periodistas, en un nuevo y cobarde ataque a la prensa colombiana.

Según un comunicado de la agencia EFE, fechado en Bogotá el día 2 de septiembre de 2024, “Desde que fue pronunciado su discurso, se han publicado múltiples mensajes en redes sociales que hacen eco de las palabras del presidente, para emitir contenidos violentos o que reproducen estereotipos de género contra las mujeres periodistas”. La agencia EFE, recordó que la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), pidió con vehemencia al presidente abstenerse de “hacer afirmaciones estigmatizantes”.

Desde Prisa Media, el conglomerado de medios al que en Colombia pertenecen Caracol Radio y la W Radio, rechazaron las declaraciones que “estigmatizan y descalifican el trabajo de las mujeres periodistas”. “En la historia del periodismo en Colombia, el trabajo de las mujeres para informar, investigar y denunciar ha sido fundamental para la construcción de una sociedad informada y crítica”, consideró Prisa en un comunicado, donde también piden al presidente “respetar la libertad de prensa” y “la dignidad en el ejercicio profesional de las periodistas colombianas”.

A través de sus canales oficiales, la Misión de Observación Electoral (MOE) también exhortó al gobierno “a preservar una relación respetuosa con los medios de comunicación, reconociendo el papel fundamental que desempeñan en una democracia y en la vigilancia del poder”.

El comunicado, pone de relieve la réplica de valientes mujeres periodistas que, con su rectitud y profesionalismo, denuncian la corrupción rampante en que se mueve este gobierno. Al tenor, dice:

“Una de las periodistas de Caracol, Vanessa de la Torre, dijo en la mañana del lunes en el programa que colidera: “Una no tiene tiempo para pararle bolas a semejante nivel de locura del mandatario, que es un irrespeto a nosotras las periodistas, que nos está llamando ‘putas prepago’ que es lo que eran las muñecas de la mafia”.

Por su parte, la directora de Semana, Vicky Dávila, quien se ha lanzado a la política, consideró: “Estas palabras dicen todo sobre Petro como persona, como hombre, como presidente. Lo que piensa de las mujeres, cómo las ve, qué valoración hace de ellas. “Las muñecas de la mafia”, una frase que pronuncia el presidente para referirse a las periodistas y que tiene una carga de profundidad. Misoginia pura, machismo. Petro desprecia a las mujeres”.

Claudia Palacios, presentadora y periodista, apuntó que: “cuando la estigmatización proviene de una figura de poder, como un Presidente de la república, que justamente por la dignidad de su cargo tiene, más que cualquier ciudadano, el deber legal y ético de garantizar la libertad de expresión, el derecho a la información y la libertad de prensa, el daño es de incuantificables dimensiones”.

Jamás en la vida institucional de Colombia, había escuchado tantos dislates juntos en la boca de un presidente en ejercicio, para, haciendo uso del poder que le da el ser presidente, tratar con semejante vulgaridad y misoginia a nuestras periodistas.

Como expresidente de dos gremios de prensa en Medellín y nuestra afiliación a la Federación Colombiana de Periodistas, no puedo menos que defender con sostenida opinión y nuestro criterio de profesional del periodismo y de simple ciudadano a nuestras colegas, y rechazar ese discurso de odio a nuestro periodismo y a la libertad de prensa.